Se nota que es la novela de un poeta, pero no solo está hecha de frases hermosas. En No me cuentes tu vida, Luis García Montero confronta (o intenta encajar) dos épocas diferentes. Habla de las diferencias que se dan entre generaciones, entre padres e hijos, pero también de que merece la pena intentar entendernos, hablar, buscar ocasiones «en las que sea posible la sinceridad».
L. G. Montero me ha acercado a una visión del mundo que, aunque me resulta próxima, no es exactamente la mía. He entrado en esa «propiedad privada llena de grietas y columnas falsas, de malentendidos sobre las personas» que , según el protagonista de la historia es la visión del mundo de cada uno.
Un libro que se aleja de la superficialidad, de estereotipos y etiquetas, que, como ocurre con la buena literatura, me ha dejado huella.
Asunción Álvarez Carrió